EL CUIDADO INTEGRAL DE LA PERSONA CON VIH/SIDA: UNA OPORTUNIDAD PARA ACERCARSE AL MUNDO DEL OTRO
Contenido principal del artículo
Resumen
Las sociedades estructuradas, desde lógicas conceptuales creadas subjetivamente, mecanizan el pensamiento, considerando al ser humano perfecto, sin embargo, la vulnerabilidad se precisa por la incoherencia entre comportamientos y acciones. Siendo así, la carencia afectiva se refleja cuando el flagelo verbal condicionado por juicios plagados de moralidad disimulada, a quienes se estigmatizan por condiciones socio sanitarias, que se contagian con VIH/SIDA.
Las formas de pensamiento, la caracterización social, y las esferas psicológicas, son constructos, asumidos para diferenciar estilos en grupos humanos, sin embargo, estigmas, irrespeto, doble moral, trastocan el contexto perceptivo óntico y ontológico, de quien vive con VIH.
Para el ser que vive con la enfermedad, el contexto inhumano no le favorece, la realidad ontológica fundamentado en el estigma interno, estigma externo, y discriminación, trasciende a afectaciones emocionales, originando: temor, ansiedad, soledad.
La esencia antropológica, relacionado al ser que vive con VIH, lo dimensiona a asumir su experiencia, a incorporarse a lo cotidiano, por tal razón, debe reconfigurar el estado de salud con un yo-saludable, para fortalecer la esfera holística, es decir: - mente que potencia el pensar y el sentir, - cuerpo, aunque medicalizado se encuentra estable y – espíritu que sosiega y fortalece.
Para finalizar, la verdad insoslayable del sentimiento del ser y sentir, del paciente que vive con VIH, implica afirmar la fuerza solidaria, requerida por la vulnerabilidad critica que condiciona la dignidad humana, empatando con solidaridad la inclusión de las personas fragmentadas para incluirlas en nuevas historias cargadas de identidad social con efectos de tipo afectivo-emocional.
Descargas
Detalles del artículo
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.